Las sesiones de recién nacido es algo que nos encanta hacer, suelen ser sesiones largas, que pueden prolongarse hasta las 3 o 4 horas, ¿el motivo? Para colocar y mover al bebe de manera que quede de la mejor manera en la fotografia, para ello necesitamos que este profundamente dormido y relajado. Hay veces en las que este proceso es rápido, el bebe llega dormidito, se va dormidito y solo tardamos un par de horas en las que podemos incluso hacer varios cambios de vestuario y de escenario. En cambio hay otras en las que es mas difícil dormir al bebe, este llora, se hace pipí, quiere comer, o sencillamente está inquieto y lo único que podemos hacer es esperar, intentar relajarlo y dormirlo. Somos conscientes que aun os estáis conociendo y a veces es un proceso lento e incluso un poco frustrante cuando el niño no quiere/puede dormirse. Es por eso que una de las cosas que os pedimos en estas sesiones es mucha paciencia! Por qué de ese modo conseguiremos esas fotos que queréis y tanto os gustan! Las sesiones de recién nacido se hacen antes de los 15 días de vida, ya que aún están en esa fase en la que se pasan la mayor parte del día durmiendo y conservan mayor predisposición a mantener las posturas en las que les sacamos las fotos. Pasados esos primeros días, suelen estar más despiertos, se mueven mas y es mas difícil que mantengan la postura, asimismo es cuando empiezan a aparecer los típicos granitos de la lactancia, por ese motivo es importante que nos llaméis el mismo día que nace ( o el segundo ) para poder reservar con antelación y poder hacer la sesión en esos primeros días.