Lo bueno de ser fotógrafo de boda en Mallorca es que es muy fácil coger un ferry e ir a fotografiar una boda en ibiza.
Nadie desea que se ponga a llover en una boda, pero si se da el caso lo mejor es poner buena cara y disfrutar igualmente del día. Eso es exactamente lo que hicieron Jennifer y Barry, y pese a que durante casi todo el dia el agua no cesó de caer no permitieron que fuera un impedimento. Las sombrillas pensadas para protegerse del fuerte sol ibicenco fueron usadas como improvisados paraguas y el porche de la casa como discoteca.
No nos cabe duda que esta pareja se llevó un grato recuerdo de la isla blanca, y nada tiene que ver la lluvia o el sol, un día perfecto en un entorno idílico y rodeados de seres queridos.
Desde aqui queremos agradecer a wedding group por brindarnos de nuevo la oportunidad de trasladarnos a la nuestra isla vecina a colaborar con ellos y disfrutar de una boda ibicenca.