Laura y Xavi, vaya par de dos… mejor dicho, Laura, Xavi y Nucky, que si me olvido mencionar a su preciosa perrita me voy a ganar una colleja o como mínimo una reprimenda. Y es que no puedo evitar una sonrisa al recordar a la responsable de la entrega de las alianzas restregarse con especial fruición entre el fresquito manto de césped en el que se celebraba la ceremonia. Con la consecuente y lógica perdida de los susodichos anillos y el momentáneo revuelo antes de encontrarlos.
La magia de la fotografia señores, aviva los recuerdos, los refuerza y nos traslada a ese instante en que nos sentimos volar. Transmite sentimientos… o nos trae de vuelta por un instante seres queridos que ya no están.
Una boda rodeada de la estampa típica de Mallorca, rústica y mediterránea. como lo fue su ceremonia. Con una decoración cuidadosamente elegida para que no desentonara en el hermoso paraje del Hotel rural Sa Cabana.